viernes, 7 de diciembre de 2012

Por los dominios de los buitres



A veces la vida te reserva ciertas sorpresas. Hoy no tenía pensado hacer una ruta endurera, pero un whatsapp tardío me hizo cambiar de opinión. Y en buena hora, por que en un mismo día he pedaleado por un paraje espectacular por donde hacía unos 20 años que no iba y he bajado una trialera de ésas que quitan el hipo y que tenía muchas ganas de bajar.

Pero vayamos por partes. A priori la ruta era corta por limitaciones de horario, pero en compañía de Alberto y Oscar eso es como no decir nada.

Hemos dejado los coches en Viguera

y hemos subido por la carretera hacia la cantera. La ligera helada de esta noche ha endurecido el barro blanquecino y hemos podido pedalear sin dificultad.

Ya entrados en calor, hemos atacado sin piedad las fuertes rampas de la senda que sube a Cerro Arado (las rampas tampoco han tenido piedad con nosotros).

Personalmente, los pedales automáticos recién montados han supuesto una gran diferencia respecto a los de plataforma que llevaba hasta ahora, y he podido subir toda la senda montado.
Foto de Alberto

Poco a poco la senda se vuelve más asequible y fácil de rodar

aunque con algún que otro paso de fuerte pendiente
Según ascendíamos las vistas sobre la sierra de la Demanda cubierta de nieve iban siendo cada vez más bonitas. 

La senda desemboca en unas verdes praderas.

También ha aparecido la nieve en las praderas junto a la pista, y en las proximidades de Peña Saida ya había neveros de bastante profundidad. No hemos cumbreado en Peña Saida sino que nos hemos desviado hacia el sur, y en una pradera nevada llamada La Laguna hemos aprovechado para descansar y almorzar.

Tras un breve descanso hemos abandonado la pista para continuara media altura por una senda de vacas sin cumbrear,

con algún paso de cierta dificultad

que nos permite seguir disfrutando de buenas vistas

pero regresando un par de km. más tarde a la pista que acabábamos de abandonar, alcanzando el chozo que hay en el collado.
Foto de Alberto

Después de un breve descanso hemos bajado por las campas nevadas

y por otra senda de ganado hasta alcanzar el borde superior de la pared de Viguera. 
Foto de Alberto
 
Recuerdo que vine por esta zona hace unos 20 años con unos amigos, y siempre he tenido ganas de volver. Y ahora me encuentro pedaleando junto al cortado (no muy junto, por si acaso), ocasión especial para dejar inmortalizada con nuestras cámaras de fotos.

Nos tiramos por la ladera rocosa hacia el arroyo

 y recorremos un pequeño y coqueto valle escondido paralelo a la pared por el que discurre el arroyo que se precipita al vacío y que en invierno origina una original cascada de hielo,
Foto de Alberto
por los dominios de los buitres


Tras remontar un fuerte repecho andando con nuestras bicis al hombro iniciamos el descenso por una rápida senda que arranca justo en el borde de la pared 

hasta terminar en la parte baja de la cantera, prácticamente donde empezaba esta ruta hace unas horas.

Pero faltaba el postre. Así que volvemos a subir a la cantera pero esta vez nos desviamos hacia la izquierda para bajar por las trialeras que mueren en la senda que sube a la ermita de San Marcos. Asomarse a las marcadas rodadas de motos es como asomarse al abismo, pero ya que estamos aquí no vamos a echarnos para atrás.
Foto de Alberto
La primera parte tiene dos escalones que desequilibran bastante por la pendiente tan acusada, pero afortunadamente el terreno agarra bastante y todos hemos bajado sin ningún problema.

Tras recorrer un tramo de tránsito 

afrontamos el último tramo que sólo tiene una cuestión: trazar bien desde el principio porque no hay posibilidad de rectificar; también con una fuerte pendiente pero que todos superamos sin problemas.

En resumen, un subidón de adrenalina, que quemamos bajando a Viguera por la senda que sube a San Marcos,

rapiditos porque el cuerpo nos lo pide,
Foto de Alberto
 y porque es el final perfecto para esta ruta que iba a ser corta y que ha resultado ser un auténtico lujo en compañía de estos dos amigos que llevan el enduro y la aventura en la sangre.

2 comentarios:

  1. Muy buena crónica de una ruta de 10, la ponemos en favoritos ¿no? ;)

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  2. El problema Alberto es que mi carpeta de favoritos empieza a estar muy llena, casi tanto como la carpeta de pendientes.

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