Una de las grandes ventajas de la Bicicleta de Montaña es precisamente eso, que puedes pedalear con ella al margen de carreteras, caminos e, incluso, sendas. En cualquier momento puedes liberarte de las ataduras del camino marcado y guiar tus pedaladas por donde tus fuerzas y el terreno te permitan.
En este caso, Alberto había decidido liberarse de toda atadura y dejarse guiar por el camino marcado quizá por el ganado que pasta libremente por el campo o por esa intuición que le caracteriza a la hora de planificar nuevos retos, perdón, quise decir nuevas rutas.
Y así, en cuanto pudimos nos alejamos del camino y cruzamos las verdes praderas de los Hoyos de Iregua
Y es en este momento cuando la ruta cobra un sentido especial y nos invade un sentimiento de libertad plena, coartada únicamente por la dureza del terreno
El reto de la dureza del camino hace más llevadero el sufrimiento de recorrerlo
Y nos proporciona momentos espectaculares
al rodar por parajes que casi nadie se imagina ciclables
Como todo montañero conoce, la felicidad es directamente proporcional a la altitud alcanzada y a las vistas que se pueden disfrutar
La ventaja de recorrer la montaña en bicicleta sobre hacerlo a pie es el disfrute que proporciona un bien merecido
y divertido descenso
El final de la ruta nos deja una indescriptible sensación de satisfacción y cansancio mezclada con la ilusión de volver a reencontrarnos pronto con la montaña
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