En apenas unos días hemos pasado
del verano al invierno. Hace tres día salíamos de corto y hoy nos abrigamos
porque la temperatura prevista no va a subir de 0 grados en toda la ruta. Las
nieves de las últimas horas nos hacen dirigirnos a la zona de Gallinero que
sabemos que aguanta bien el agua.
Comenzamos la ruta subiendo por
carretera hasta Pinillos para continuar por la pista
remontando el arroyo
Rioseco.
Foto de Alvaro |
La nieve cada vez es más abundante,
y las ramas de los árboles
sucumben ante el peso de la nieve
Foto de Alvaro |
y se inclinan sobre el camino con una
elegante reverencia.
La nieve acumulada no nos impide
continuar, así que dejamos a un lado la pista que va a Gallinero y continuamos
subiendo.
Llegamos al cercado, cota 1300, y
es imposible seguir subiendo así que cogemos la pista que sale a nuestra
derecha.
Para Edu y Alvaro es su primera
salida en bici por nieve y están como dos niños el día de Reyes
Al poco rato nos internamos en el hayedo
Foto de Alvaro |
y continuamos por una senda.
Es muy difícil adivinar por dónde
va la senda, así que las consultas al gps son constantes
Foto de Alvaro |
En este rincón la nieve deja estampas a cual más bonita.
La fuerte pendiente nos obliga a empujar la bici durante un corto tramo
pero no se nos borra la sonrisa de la cara. Quizá mucha gente no lo entienda pero estamos gozando más que un jabalí en el barro.
Finalmente salimos a la pista y
termina la subida. Ahora podemos coger velocidad y disfrutar de un auténtico
surf en nieve. El silencio del hayedo nevado sólo es roto por los gritos de Edu y Alvaro, esos dos chiquillos que hoy han venido con nosotros ;P
Alcanzamos el collado y cogemos
el gr que nos bajará a Gallinero. Todo un disfrute el rodar por esta senda
nevada, aunque algo delicada en las zonas de piedras.
En Gallinero continuamos por el
gr para bajar a Villanueva.
Aquí la nieve es mucho menos abundante y rodamos sin dificultad a pesar de que pica para arriba,
y según bajamos cambiamos el blanco de la nieve por un manto de hojas de haya.
y los colores de otoño vuelven a aparecer.
Al llegar a Villanueva la nevada
es abundante y decidimos parar unos
minutos a tomar un colacao caliente ante la mirada atónita de los pocos que había en el bar y que no se acaban de creer que en un día así se pueda salir en bici. La misma sensación que hace poco más de un año que hicimos la ruta Lluvia en los Cameros un día en que no dejó de llover.
Al continuar nieva aún más, pero este
aparente contratiempo no hace sino incrementar el disfrute de esta aventura.
Dejamos atrás Villanueva
y seguimos por la calzada romana, senda que no
dejaremos hasta casi el final de la ruta.
Cruzamos Pradillo y su puente
románico en plena nevada
Foto de Alvaro |
y, tras nuestros más y nuestros menos con un rebaño de vacas que
obstruían el paso, ascendemos por el robledal.
Tras dejar atrás los grandes robles que jalonan la senda
llegamos a Peñas Malas y nos
detenemos un momento a disfrutar de las hermosas vistas sobre el cauce del río
Iregua, donde los colores del otoño contrastan con la nieve caída más arriba.
Una vez puestas las protecciones
bajamos rápidamente por este divertido
y ratonero tramo
hasta el puente de
madera sobre Arroyo Admuel,
donde remontamos el desnivel que queda hasta la
carretera de Pinillos donde termina esta aventura.
Casi 5 horas en las que la temperatura no ha subido de 1 grado pero hemos pasado calor, nos hemos encontrado en medio de un hayedo nevado sobrecogedoramente silencioso, hemos dejado nuestras huellas en la nieve recién caída y hemos disfrutado de una ruta de lujo. Tenemos la extraña habilidad para encontrar el disfrute en un día "de perros" en el que lo "razonable" sería quedarse en casa.
Y los amigos, de lujo.
Enlace al track
Casi 5 horas en las que la temperatura no ha subido de 1 grado pero hemos pasado calor, nos hemos encontrado en medio de un hayedo nevado sobrecogedoramente silencioso, hemos dejado nuestras huellas en la nieve recién caída y hemos disfrutado de una ruta de lujo. Tenemos la extraña habilidad para encontrar el disfrute en un día "de perros" en el que lo "razonable" sería quedarse en casa.
Y los amigos, de lujo.
Enlace al track
Precioso día y preciosa ruta, buenas fotos y buena entrada.
ResponderEliminarSalud2
Gracias Javi. Con días así las fotos y las crónicas casi salen solas.
ResponderEliminarBuen reportaje si señor
ResponderEliminarGracias Chemi. Una ruta como ésta era lo que hacía falta para revitalizar el blog.
EliminarMuy muy buena!!!
ResponderEliminardan ganas de teletrasportarse a ese paraje.
envidia insana!!! ja ja ja
Nada de teletransporte. Este sábado volvemos de verdad!!
EliminarEsto con Sergio, envidia insana!
ResponderEliminarJaja. Yo también estoy con Sergio: la envidia sana es como el frío calentito: no existe. Y el remedio para la envidia insana ya sabes cuál es. Nos vemos.
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