Hoy es un día de reencuentro.
Rencuentro con los amigos a los que no veía desde hacía más de dos meses
(lástima que no hayan estado todos), con la bici de enduro, con la sierra de la Demanda, con los hayedos…
Para la ruta de hoy alguien hizo
varias sugerencias y pensé: por qué no hacerlo todo?
Así que nos fuimos a Ezcaray con
un objetivo ambicioso, pero nos encontramos con la lluvia. Un café mientras
escampa nos da la oportunidad de charlar un rato.
Comenzamos rodando por la
carretera remontando el río Oja hasta llegar a Azárrulla, donde tomamos la
pista que remonta el arroyo Usaya. El verde lo inunda todo, desde el suelo
alfombrado de hierba,
pasando por los árboles de ribera que crecen junto al arroyo hasta
las hojas que han comenzado a brotar de las hayas. Más arriba, las nubes que
aún amenazan lluvia.
Nos internamos en el hayedo
y la
luz que se filtra entre las hojas adquiere un tono especial.
Cruzamos uno por uno
los puentes tendidos
sobre el arroyo
Foto de Alvaro |
y poco a poco la pendiente va aumentando hasta que la
abundancia de piedras y agua nos obliga a superar algunos tramos caminando cual fichas de parchís sobre el tablero.
Después de unos tramos nada ciclables
Foto de Sergio |
llegan otros donde cada pedalada, aunque costosa, añade aún más satisfacción. Y llegamos a la zona del hayedo en la que todavía no han brotado las hojas.
En los límites del hayedo los pinos hacen su aparición y la pendiente ahora es más llevadera
Los puentes se acaban y cada paso
sobre los arroyos
Foto de Alvaro |
se convierte en un cara
o cruz.
En el último arroyo, y calentados
por el poco sol que entra, paramos a comer algo y a que nuestro amigo Sergio
entre en calor después del chapuzón.
Al poco continuamos cumbreando
por una senda que discurre por un pinar
hasta que en unas campas la senda gira
a la izquierda y comenzamos a bajar.
Primero un bonito slalom entre
pinos,
Foto de Alvaro |
seguido de una fuerte bajada
hasta cruzar un arroyo y cambiar de vertiente.
La senda vuelve a media altura
por el mismo valle que hemos remontado
que luce en todo su esplendor.
Tras las lluvias recientes el agarre es
perfecto salvo en zonas de hierba.
Bajamos rápidos, parando sólo en
los miradores naturales sobre el valle
y cuando la maleza ha cerrado tanto la
senda que casi no se puede avanzar.
Foto de Alvaro |
Superado el tramo cerrado la
senda vuelve a ser rápida
y ya no paramos hasta que, en pocos minutos,
alcanzamos de nuevo a la carretera con los brazos cansados pero con una sonrisa
en la cara.
Volvemos por la carretera en
dirección a Ezcaray hasta tomar la carretera que sube a la estación de
Valdezcaray, por la que rodaremos un pequeño trecho, tomando el primer desvío a
nuestra izquierda por una pista.
Esta pista
remonta en suave pendiente el valle del Arroyo de la Zalaya
hasta llegar al
Collado Sagastia.
Aquí decidimos que dada la hora
que es, a que las fuerzas están algo justas y a que los lesionados se
resienten, lo prudente es bajar directamente por el GR-93, así que dejamos para
otro día el Collado Marrulla.
Tras ponernos las protecciones
nos lanzamos por el GR a toda velocidad. Nadie quiere parar ni a hacer fotos,
así que nos dedicamos a disfrutar a tope de esta rápida y divertida bajada.
Foto de Sergio |
Tras diez minutos de locura
llegamos a los coches de nuevo con esa dulce sensación de cansancio y
satisfacción.
Ooooohhhh!!! Buenísimas fotos, que bonita se ve la demanda con las hayas brillando! La ruta ya se que también buenísima así que combinación perfecta!
ResponderEliminarViniendo de ti tu comentario sobre las fotos es todo un cumplido. Gracias. Y sí; la Sierra de la Demanda está espectacular. Y esperándote....
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